¿Por qué mi hijo no responde cuando lo llamo? ¿Por qué no habla? ¿Por qué no se interesa por jugar con otros niños?
El diagnostico precoz y la intervención temprana del autismo se ha mostrado como clave para que el desarrollo del niño sea lo más prometedor posible. Dirigir acciones específicas tanto al niño, como a la familia y al entorno, logra reducir los problemas de conducta, aumentar el rendimiento intelectual, promover el desarrollo del lenguaje y potenciar la integración escolar. En definitiva, asegura el desarrollo máximo del potencial del niño.
La edad a partir de la que se puede detectar un Trastorno Autista es a los 18 meses, pero ya a partir de los 12 meses podemos empezar a ver señales que nos pueden hacer sospechar.
Algunos de los signos tempranos que pueden ayudar a los padres a sospechar que su hijo necesita ser evaluado por un especialista son:
- No mantienen contacto ocular, el niño no mira a los ojos.
- No hablan o no alcanzan el mismo nivel del lenguaje que el resto de niños de su edad.
- Desaparecen algunas de las palabras que el niño ya había incorporado a su repertorio comunicativo.
- No señalan objetos y cuando quieren algo, toman la mano de otra persona para conducirla hacia el objeto deseado.
- No presentan interés por otros niños, no quieren jugar con ellos.
- No tienen un juego simbólico, es decir, no usan los juegos de forma adecuada a su edad.
- Con frecuencia presentan rabietas y berrinches ante situaciones sin causa aparente.
- Tienen problemas para comprender las emociones de otros y para canalizar sus propias emociones.
- Hiperselectividad alimentaria u otros desordenes de alimentación.
- Observan objetos desde muy cerca, como si los examinarán.
- Presentan estereotipias como movimientos extraños.
- Muestran fascinación por objetos que giran.
- Rechazan ruidos fuertes o determinados sonidos.
¿Y qué hago ahora?
La sospecha del autismo plantea sobre nosotros un cóctel de sentimientos que aúna la incertidumbre, las dudas y sobre todo, muchos miedos. Por ello, una vez surgida la sospecha lo mejor es ponerse en manos de expertos en esta materia.
El proceso diagnóstico requiere un alto nivel de especialización de los profesionales y un equipo multidisciplinar: neurólogos, psicólogos, logopedas…. Esto dará lugar a orientaciones concretas de tratamiento e incluir apoyo a las familias.
Cristina Aparicio Olea
Nº colegiada: AO 08748
Licenciada en Psicología
Máster en psicología clínica aplicada: Adultos e infantil
Para cualquier duda puede ponerse en contacto con nuestro servicio de PSICOLOGÍA. Tlf 958125548
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